viernes, 3 de febrero de 2017

El ElPozo se atraganta en El Cabanyal

Levante UD FS 1-1 ElPozo Murcia || El cuadro charcutero no puedo pegar bocado en una pista que en apariencia parecía sencilla y, cuando lo hizo, le produjo tal indigestión que a punto estuvo de hacerle vomitar. El equipo granota desperdició hasta tres lanzamientos de 10 metros para ponerse por delante y acabó hundido en su campo a raíz de la expulsión de Márquez. El palo y una soberbia parada de Yeray tras un poco productivo juego de cinco murciano dejaron un punto en tierras valencianas (fotografías: Levante UD FS).


Pasó lo que parecía impensable que pasaría: un tropiezo del ElPozo Murcia en El Cabanyal. El 7-1 de la Copa del Rey en el Palacio de los Deportes no hacía presagiar que hubiera disputa en tierras valencianas, a pesar de las bajas de Miguelín y Cardinal y el alta de Jé —que se estrenaba en el Levante ante su exequipo, precisamente—. Más cuando Álex adelantó a los tres minutos al visitante de un zarpazo en la banda derecha. Se escuchaba una melodía de fondo que ya era familiar con estribillo de masacre. Eso parecía.

El encuentro, que parecía tener rencillas pendientes de otros duelos, fue de tal intensidad que al ecuador ambos ya estaban con cinco faltas —se mostraron 11 tarjetas amarillas en todo el choque—. Y también empatados, pues Pizarro acertó a aprovechar un balón botando para partir el larguero. La bola rebotó en el suelo y los árbitros, con ojo de humano, dieron validez a aquel golpeo bestial. Con toda la primera parte por delante, el ElPozo se dedicó a avasallar la meta de Yeray con el tino desviado. El Levante también tuvo su oportunidad en las botas de Cecilio, pero Fabio es tan largo que asombra hasta a la luna. Lo inevitable es que, con tanto tiempo por delante, los 10 metros aparecerían tarde o temprano. Así fue. Yeray se lo detuvo a Bebe y Fabio hizo lo propio con Kiko y Emilio. Total, se fueron con empate al descanso.


La segunda parte se alejó aún de lo que uno podía presagiar. El Levante apretó mucho, pero mucho, mucho, hasta el punto de que los aficionados murcianos empezaban a sufrir espasmos en las mandíbulas: estaban sorprendidos, para mal, de que su equipo no reaccionara. Aunque, como suele ser habitual en los granotas, necesitan que el cielo se mezcle con la tierra para celebrar un tanto. La acumulación de ocasiones no les convalidó gol y el resultado no se pudo desnivelar. Por suerte, su adversario sí que aglutinó algo más, sobre todo faltas, y los pupilos de David Madrid tuvieron una nueva oportunidad para irse por delante. La tercera. Tampoco fue la vencida. Emilio no supo superar a Fabio, como si esa distancia estuviera maldita en El Cabanyal.

El Levante ya había tenido sus oportunidades y ahora la inercia se inclinaba hacia al otro lado. A falta de tres minutos, Bebe ya ejercía de portero-jugador. Además, se sumó la expulsión por doble amonestación de Márquez, lo que hacía que la cuesta se pronunciara un poco más. Sin embargo, el juego murciano se volvió denso y pesado, como con desgana. Tuvieron ocasiones por el simple hecho de que contaban con un efectivo más y a punto estuvieron de llevarse la victoria si uno de los disparos no se hubiese estrellado en el palo. Más tarde sería Yeray el que impediría el gol visitante a ocho segundos del final. No hubo tiempo para más.

El Levante se llevó un punto inesperado que puede acercarle a la salvación. Por su parte, tras las victorias del Barça e Inter, el ElPozo se queda a cinco puntos de los culés y a cuatro de los madrileños y con una sensación de malestar general y bucal.

Antonio Pulido Casas

@Ninozurich

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