jueves, 9 de marzo de 2017

El balón fue un problema

Palma Futsal 1-4 ElPozo Murcia || Los murcianos se imponen a los baleares en un partido en el que no necesitó ir a por la pelota para embocarla. Una gran concentración defensiva y el aprovechamiento de los errores del rival posibilitaron que el propia Palma se sumiera en una espiral psicológica sin posibilidad de retorno (fotografías: LNFS).


Sin ser un partido ni brillante ni emocionante, más bien soso y serio —que no sé si es lo mismo—, el ElPozo rentabilizó al máximo los errores del Palma Futsal, sobre todo en la salida de balón, para hincarle el diente en momentos cruciales. El conato de remontada en la segunda parte por el bando balear se quedó en eso, un intento, que nunca estuvo cerca de producirse a pesar de que lo pareció.

El inicio fue un indicativo prematuro de lo que resultaría el resto del partido. Los murcianos disparaban más e intimidaban a sus rivales: una indecisión en el cambio de marcas de los mallorquines resultó acabar en el primer disparo de Miguelín, paradójicamente, que respondía a aquello que, si puedes, chuta primero, es psicológico. Al capitán charcutero le siguieron uno de Raúl Campos, otro de Bebe, otra tijera de Miguelín, otra intervención de Marinovic, otro...eran muchos, con un Palma desbordado en el que la pelota era un problema. Tenían la posesión, pero no entendían cómo resquebrajar el entramado rival. Sin profundidad.

Con la pesadez propia de un debut, el primer gol llegó de una forma que no respondió a la vistosidad de este deporte. Un saque de esquina por parte murciana rebotó en alguien —un servidor sostiene que en Tomaz, otros que en Pito— para colarse como si una pluma bajara del cielo: borracha. Poco había generado el Palma, que se sostenía gracias a los balones en largo a Paradynski o al desparpajo de Eloy Rojas. El equipo de Juanito se vio obligado a quebrarse la cabeza para generar más ocasiones. No lo conseguía, ya que las concesiones en su propio campo alzaban al ElPozo, que volvía a tocar la corneta una y otra vez, con un especialmente entonado Andresito —el acaparador de todos los detalles—.


Amagó el Palma con desperezarse, pues lo necesitaba. Aún tenían las legañas en los ojos. Un palo de Paradynski o una llegada de Vadillo subía el ánimo a la poca afición palmesana que se trasladó hasta la península. Aunque animaban, Álex, Fernando o Pito volvían a incordiar a Barrón. El cordobés paró, se puso la capa, pero estaba agobiado. En las pocas oportunidades que los isleños conectaron calidad, se vio su peligro, con acciones meritorias de Maico o Éder. Parecían engrasar de buena manera cuando, a 20 segundos del final, Pito borró a Vadillo de la banda izquierda y entregó un pase al segundo palo en el que Marinovic sólo tuvo que empujarla y después besar a su asistente. Tal fue el golpe moral en la cabeza de los baleares que recordó a aquel juego en el que los topos asoman la coronilla y enseguida se llevan el martillazo. Anímicamente durísimo.

La segunda parte parecía ir por los mismos derroteros cuando Barrón necesitó sacar otra mano a Álex. Nada pareció cambiar. Con una concentración que se contagiaba como la adrenalina, el ElPozo cerraba cualquier fisura que se viera a simple vista. Y las que no, también. Y en ese momento, cuando es preciso desangrar al rival, rajó Pito un costado de la pista para lanzar un derechazo al que Barrón —ya ni con capa— no pudo llegar. La ventaja de tres goles era insalvable conforme se encontraban ambas escuadras, pero un robo de Tomaz y su posterior servicio a Rojas, en superioridad, añadió picante al asunto. El gaditano casi se dejó la oreja en la acción sin que el golpe con Fabio llegara a más.

Fueron los mejores minutos del Palma, que por fin obligaba a Fabio a acudir al partido —sólo un par de manos de mérito protagonizó en el primer acto—. La efervescencia, sin embargo, duró poco. El ElPozo volvía a asomarse mediante Fernando y Andresito —de nuevo, con mucha calidad— para gritar en ese lenguaje deportivo tan distintivo: "Eh, seguimos aquí". En esas, Fernando cortó un contragolpe claro cuando Chicho encaraba al meta murciano y sepultó cualquier opción de "Y si hubiera disparado". Nunca lo sabremos. Lo cierto es que Fabio, en otra de sus intervenciones, se lesionó —en apariencia, el peroné— y debió ser sustituido por Fede, que rápidamente calentó con un par de paradas.


La calma llegó en los últimos minutos hasta que Carlitos, a falta de cuatro minutos, se enfundó la camiseta de portero-jugador. En la primera Maico ignoró cualquier opción de revolverse en la frontal del área y optó por ceder el balón a Eloy, que, también desorientado por la decisión de su compañero, lanzó el disparo de forma desviada. Fede paró. Y también marcó. Atrapó un balón y, con la izquierda, fue subiendo y después bajando, como si Carlitos, en su carrera hacia su puerta, fue un jugador de béisbol. Se le escapó por un pelo y el portero suplente, curiosamente, sentenció la eliminatoria.

Ficha técnica:

Palma Futsal: Barrón; Vadillo, Carlitos, Joselito y Paradynski —quinteto inicial—; también jugaron Éder, Eloy Rojas, Maico, Diego Fávero, Tomaz y Chicho.
ElPozo Murcia: Fabio; Bebe, Álex, Miguelín y Raúl Campos —quinteto inicial—; también jugaron Fede, Elías, Cardinal, Andresito, Fernando, Pito, Marinovic y Matteus.
Goles: 0-1, min.5, Pito; 0-2, Marinovic, min.20; 0-3, Pito, min.25; 1-3, Eloy Rojas, min.28; 1-4, min.37, Fede.
Árbitros: Martínez Segovia y Múñez Carpintero amonestaron a Eloy Rojas, Cardinal y Fernando.
Incidencias: Partido correspondiente al primer cuarto de final de la XVIII Copa de España, celebrado en el Pabellón Quijote Arena ante más de 3.000 espectadores.


Antonio Pulido Casas
@Ninozurich

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