Tras el pitido que indicaba el final del partido, el técnico albiazul no dudó en dirigirse a los medios de comunicación y hacer una reivindicación con la que plasmar su total disconformidad ante lo que le había tocado vivir este viernes. El mensaje era alto y claro: “Es un día negro para el fútbol sala actual, en el que los jueces están consintiendo convertir la cancha en un ring de boxeo”.
Injustas las expulsiones de Lomba y Luís Fonseca si tenemos en cuenta que jugadores como Eka, Pola o Rafael, se han marchado del encuentro sin ser amonestados en su justa medida, cuando un jugador del Reale, Jesús García, ha necesitado ser trasladado a un hospital de la capital para ser atendido tras el violento codazo recibido en la cara.
El salmantino añadía: “es más fácil echarme a mí que a Rafael, Pola o Eka, que han hecho más de una agresión sin balón, y al que sacan de la pista es a Lomba por un simple agarrón. Es vergonzosa esa decisión, y que se sancione a quien agarre y no a quien pega”.
El saque de falta con el que los locales marcaban el cuarto gol ha sido otra de las decisiones arbitrales claves para el partido. El jugador encargado de sacar la falta pedía pasos y no esperaba a que el árbitro le diera luz verde para lanzar el balón. Aún así, el balón salía dirigido a la portería de Fabio convirtiéndose en gol. Lo que debería haber sido la amarilla para el jugador del Inter que conllevaba su expulsión por acumulación, se convirtió en el cuarto gol que alejaba al Reale de la victoria: “es bochornoso lo que hemos visto hoy, no nos han dejado ni intentarlo”.
Pero el técnico del Reale no quiere ni puede reprocharle nada a los suyos, y reconocía estar: “muy orgulloso del partido que ha desplegado mi equipo aún no dejándonos tener la posibilidad de ganar. La gente de Cartagena debe estar contenta por el equipo que hemos conseguido formar de chicos trabajadores, ambiciosos a la vez que humildes. La afición debe seguir apoyándoles como hasta ahora porque se lo merecen y lo necesitarán para hacer frente al próximo partido en casa”.
Prensa Cartagena
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