jueves, 8 de diciembre de 2011

EL BERNABÉU, CUNA DEL 9 MENTIROSO

Era el 2 de mayo de 2009. Pep Guardiola llegaba por primera vez al Bernabéu como técnico. Y en juego, nada más y nada menos que la Liga. Una competición que adquiría mayor valor después del empate a cero que su equipo había conseguido cuatro días antes en el Camp Nou frente al Chelsea y que no presagiaba nada bueno. Así que Pep fue al estadio madridista con una sorpresita para Juande Ramos, entonces técnico blanco.

Pep, admirador confeso de Cruyff, había vivido cómo el holandés siempre buscaba algún cambio táctico cuando visitaba el Bernabéu. Sin embargo, la diferencia era clara. Cruyff hacía cambios defensivos con el objetivo de neutralizar el juego de ataque blanco, mientras que Guardiola introdujo una variación ofensiva con el fin de optimizar el juego de su máxima estrella, Leo Messi.

El técnico catalán se la jugó con un cambio de posición en el juego de ataque. Desplazó a Samuel Eto’o a la banda, tarea que no debió ser fácil, y situó a Messi en lo que el propio jugador ha definido como el ‘9’ mentiroso. Tenía libertad de movimientos para buscar la entrada por un sitio u otro. Juande había puesto a Heinze en la banda derecha con el objetivo de que fuera el tapón de Leo a lo largo del partido. El madridista estaba perdido en su banda con su referencia por la otra parte del campo.

El resultado fue inapelable. El Barcelona ganó por 2-6 en un partido que ha entrado en la historia del Barcelona como uno de los más grandes. A partir de aquí Guardiola empezó a entregarse a la causa Messi.

Un mes después ponía en venta a Eto’o y apostaba por Zlatan Ibrahimovic. Una apuesta que no salió como se esperaba. El sueco tenía que jugar por el centro y desplazaba a Leo a la banda. Hasta que Guardiola se hartó y se dio cuenta de que era un error. No tuvo reparos en quitarse de encima a Ibra y darle ya de forma definitiva el centro de la delantera a Messi, posición en la que sigue jugando ahora.

En esa temporada 2009/10, Guardiola volvió a hacer una de las suyas en el Bernabéu. Ibrahimovic no jugó ese partido y el técnico decidió inventarse un 3-5-2. Jugó con tres centrales y dos laterales muy adelantados y arriba sólo dos delanteros: Pedro y Messi. Otro éxito, esta vez ante Pellegrini. El Barcelona ganó por 0-2 con otro gran partido de Leo. Estaba claro que ése era su puesto y desde donde hacía más daño al rival.

La pregunta es si Pep se habrá guardado un as en la manga para este partido. Se ha hablado mucho sobre la posibilidad de jugar con defensa de tres, pero todo hace indicar que es un riesgo demasiado elevado ante un rival como el Madrid que sabe desenvolverse muy bien por las bandas.

Además, eso sería caer en el error de Cruyff, que hacía sus cambios en la parte de atrás del equipo. Y es que el holandés tuvo algunas decisiones incomprensibles en su momento y descabelladas con el paso del tiempo. Especialmente la de poner a Guardiola a defender a Butragueño. Pep en defensa nunca destacó.

Los cambios de Guardiola de cara al sábado podrían estar en ataque, pero todo hace indicar que utilizará un sistema que ya usó antes. Puede poner a Cesc como delantero cambiando su posición con Messi. O incluso jugando con cuatro en el centro, Fàbregas el más adelantado del rombo, y sólo dos delanteros.

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