“Bienvenidos a esta temporada. Bienvenidos a vuestra casa. Apretaros el cinturón que nos lo pasaremos bien. Visca el Barça, Visca Catalunya y mucha suerte”.
Estas palabras fueron pronunciadas por Pep Guardiola el día de su presentación ante su público el 16 de Agosto de 2008 con motivo de la disputa del trofeo Joan Gamper, que enfrentó al Barça ante Boca Juniors. Y, desde entonces, en tres años, se ha pasado de un Barça hundido al mejor equipo de fútbol que cualquiera hemos podido ver.
Atrás quedan tres Ligas, dos Supercopas de España, una Copa del Rey, dos Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Atrás queda el 2-6 en el Bernabéu, el golazo de Ibrahimovic a Casillas y los cuatro goles de Messi al Arsenal. Atrás queda el debut de multitud de jugadores de la cantera, como Sergio B. y Pedro, que pasaron de jugar en Tercera a ganar un Mundial jugando de titulares y habiendo ganado ya todos los títulos posibles a nivel de clubes que puede conseguir un futbolista en toda su carrera.
Atrás queda el feeling de Etoo y todos los goles que marcó desde el amor propio y que valieron para regalarnos una Triple Corona que tanto nos hizo disfrutar. Y atrás quedó el cambio de cromos entre el camerunés e Ibra, que con sus goles colaboró a que la hegemonía continuara. Así como queda atrás el adiós de Zlatan y la bienvenida a David Villa, el asturiano que parece que se ha criado en el Barça y que concibió la filosofía de juego de este equipo desde el día que llegó. También queda atrás el hasta pronto de Bojan y la bienvenida de Alexis. Mientras tanto, atrás quedan todas esas portadas de los periódicos contando el culebrón de Cesc Fábregas, el hijo pródigo que vuelve a casa tras sus años de Erasmus en Londres.
Atrás queda el gol con el corazón que hizo Leo ante Estudiantes y que le valió al Barça el título de ser el mejor equipo del mundo. Atrás quedan las lágrimas de Pep tras conseguir en su primer año como entrenador el Sextete.
Atrás queda la parada de Pinto en el penalti de Mallorca que aseguró el billete para la final de Copa ante el Athletic, al igual que quedan las innumerables paradas de Valdés a lo largo de este tiempo, con las que ha contribuido a que la leyenda de este equipo no tenga límites.
Atrás queda el 5-0 al Madrid en lo que fue el mejor partido que ha realizado el Barça en todo este tiempo. Fue un espectáculo de juego nunca visto anteriormente dirigido por Xavi Hernández, un maestro vestido de futbolista que nos da lecciones magistrales cada vez que pisa un terreno de juego.
Atrás queda la imagen de Puyol besando la senyera de su brazalete en Chamartín y la manita de Piqué en el último clásico. Atrás queda la imagen de Etoo celebrando su gol en Roma, demostrando que el gol lo lleva inyectado en la sangre. Si miras para atrás verás a Leo desatado celebrando su gol en la final de Wembley ante el Manchester. Y es que echas la vista aún más atrás y ves a Messi con su bota en la mano tras saltar hasta el cielo para rematar el Triplete de aquel inolvidable 2009.
Atrás quedan los seis goles al Valencia, los hat trick de Messi al Atlético, los cinco al Sevilla y a multitud de equipos. Igual que la multitud de victorias trabajadas con un número de goles impresionantes, como el de Abidal ante el Atheltic, que tan importante fue para la clasificación en San Mames.
Atrás queda la derrota en Milán ante el Inter por 3-1 y el intento de remontada en la vuelta, avalado por la afición culé de una forma irrepetible y nunca vista anteriormente. Y es que, aunque duela, atrás queda la derrota 1-2 ante el Sevilla en Copa y que hizo inútil el espectáculo blaugrana en el Sánchez Pizjuán. Atrás queda la final de la Copa del Rey perdida ante el Madrid en Valencia, única final perdida en todo este tiempo. Atrás quedan las lesiones sufridas y las desgracias convertidas en enfermedades graves. Atrás queda, sobretodo, el tumor de Abidal y la demostración de espíritu de superación del francés, que dio una lección a todos y pasó en tiempo récord de ser el centro de atención de los focos de un quirófano a ser el foco de atención de todo el mundo mientras levantaba la copa de campeón de Europa.
Atrás quedan los tantos de Pedro, capaz de marcar goles en todas las competiciones posibles en una misma temporada. Atrás quedan más de cien goles de Messi, su Bota de Oro y su Balón de Oro, conquistado por partida doble.
Atrás queda el Pep Team y los mejores minutos de fútbol que hemos podido observar. Atrás queda el Iniestazo de Stamford Bridge que lo convirtió en "lo puto crack". Atrás queda el Barça de los records, el Barça de las seis Copas y el triplete en el Balón de Oro con tres jugadores salidos de La Masía.
Todo esto y muchísimas cosas más hemos vivido desde que Guardiola nos dijo ''Apretaros el cinturón que lo pasaremos bien''. Y lo bonito de esto es que aún queda lo mejor. El domingo será otro día que quedará atrás pero que nunca olvidaremos. Empieza una nueva temporada y como decía aquella campaña:
"TOT GUANYAT, TOT PER GUANYAR"
DAVID RODRÍGUEZ
Genial David cada dia me sorprenden mas tus comentarios ENDAVANT
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