Pero llegó el final del partido y lo dijo Karanka. "El Madrid ha mejorado pero hay cosas que no cambian". Toda la razón llevaba: después de jugarse un fabuloso partido de fútbol de cara al aficionado, fue el segundo entrenador el que tuvo que salir a dar la cara a la rueda de prensa en lugar de que lo hiciera y cumpliera con su función el primer entrenador, José Mourinho. Y lo hizo, además, para quejarse de la labor arbitral (árbitro que se comió un penalti en cada área y alguna tarjeta que otra). Lo mismo que el año pasado. Y es que hay cosas que no cambian.

En los dos últimos partidos el Barça marcó 5 goles. Tres de Messi y los otros dos, a pase de Messi. En el Camp Nou, el gol de Iniesta, monumental definición, viene tras dos regates y pase majestuoso del astro argentino. El segundo, obra de Messi tras pared pecho-tacón con Piqué y el tercer gol definición perfecta al fútbol total del Barça tras una jugada al primer toque de Leo-Cesc-Adriano-Leo. Lo dicho, hay cosas que no cambian.
Messi aparte, se vio un gran partido de vuelta de una final que este año parecía que si contaba. Se adelantó el Barça, empató Ronaldo, se adelantó el Barça, empató Benzema y ganó el Barça. Parecía que cambiaban las cosas en el minuto 93 de partido. Un Madrid muy por encima físicamente de un Barça apenas sin rodaje (vaya planificación de pretemporada, todo sea dicho) pudo llevarse la Supercopa y plantó cara a los culés, algo nunca visto en los últimos tiempos y, de paso, encontró el camino que le puede llevar a la gloria en el mes de Mayo.
Lamentablemente hay cosas que no cambian y el Madrid no supo aceptar su derrota una vez más. Y es que da la casualidad que cuando ganó el Madrid la Copa del Rey se habló de fútbol. Cuando ganó el Barça la Champions o la Liga se habló de "Platinato", "Villarato", de UNICEF, de que si eran simpáticos... de todo menos de fútbol. Esta vez no iba a ser menos, porque como dice Karanka, hay cosas que no cambian.
Asi es que una patada salvaje de Marcelo (quien si no) a Cesc para darle la bienvenida provocó que se enzarzaran los dos equipos. Marcelo y Pepe, dos angelitos que parecen representantes de El Vaticano dando hostias con todo el que se cruzan, tuvieron una segunda parte clásica en ellos.

"Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores como bueno y fiel hermano". Eso decía el himno del Madrid, pero fue sustituido por ese con sonido a ópera que tanto le gusta a Florentino Pérez, el "Ser superior", el único que tuvo las agallas y deportividad de quedarse a ver la entrega de trofeos al campeón. Sus jugadores y su cuerpo técnico ya estaban en el vestuario, no sin antes Casillas (ese que es el capitán de la selección y que no sabemos que le ha pasado) diera a entender que lo de Cesc con Marcelo era teatro. Es decir, una vez más, hay cosas que no cambian.
Luego llegó la hora de la rueda de prensa del postpartido y hablaron más de la cuenta Piqué y Xavi (una vez más... hay cosas que no cambian) echando más leña al fuego.
El mundo entero quedó asombrados con dos noticias de todo lo sucecido el miércoles: la magia de Messi y la locura de Mou. Pero han pasado solo dos días y la Caverna mediática, con su mala leche habitual de su central lechera, ya ha salido al paso (tras un día de confusión en que dieron palos a Mou -si, increíble pero cierto-, a Casillas, a Florentino, a Marcelo, a Pepe...) para dejar bien claro que la culpa la tuvo Messi (por decirle que hablarán más tras el tercer gol -no sabemos a quien porque no sacan ninguna imagen clara-), Guardiola ("sois una banda" les gritaba una y otra vez -todavía espero las imágenes-), Villa (se metió con la religión de Özil -esperando estoy las imágenes-), Piqué y Xavi (cuando hablan desde Madrid dicen la verdad, cuando hablan desde Barcelona están provocando). Lo dicho, que hay cosas que no cambian.
Por último, que a nadie se le olvide, el FC Barcelona se proclamó campeón de la Supercopa de España. Llevaba razón Karanka, HAY COSAS QUE NO CAMBIAN.
DAVID RODRÍGUEZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario