El Jaén Paraíso Interior reúne en sus filas a campeones de la Copa de España con tres equipos distintos, lo que convierte a los andaluces en un equipo más experimentado con respecto al que arribó a Ciudad Real hace dos años, cuando se proclamaron vencedores en su primera participación. ¿Son así más fuertes? La primera piedra de toque será el Peñíscola, este viernes, a partir de las 19 horas (fotografías: Javier Rodríguez y Pedro Jesús Chaves/Jaén Paraíso Interior).
Hay una curiosidad que a este Jaén Paraíso Interior puede darle moral para una nueva gesta. Ya no sólo permanecen algunos de los campeones que en 2015 asombraron al país, sino que disponen de dos hombres más que saben lo que es ganar ese mismo torneo con otros equipos. Mauricio, con el ElPozo (2008 y 2010), y Murga, con el Inter (2014), completan un trío que se convierte en amuleto si lo unimos a Chino, que además de estar en el Quijote Arena ese día histórico, es el único de la plantilla que ha jugado las cuatro últimas ediciones (Jumilla, Jaén, Burela y Jaén).
Ningún otro equipo puede igualar esta singular situación, pues el único que podía hacerlo, el Barça, perdió a Batería por lesión (campeón con el Inter en 2014). Por tanto, Paco Sedano (2011, 2012 y 2013) y Juanjo (2008 y 2010, con el ElPozo) se quedan como dueños de ese exclusivo sabor en la actual plantilla culé. Mauricio, Chino y Murga —que se perderá el partido de cuartos de final por la expulsión en la que fue protagonista en Zaragoza— recuerdan esos éxitos.
"Fue algo inimaginable. Todo el mundo nos recordará por aquella Copa. Jaén no se conocía y menos el fútbol sala hasta que llegó esa hazaña. Ahora la gente está mucho más volcada y al equipo se le conoce en toda España. Es casi imposible que se repita. Eso sí, la ilusión que tenemos es de intentar hacerlo lo mejor posible. Hay que ser conscientes de que es muy complicado. Todos los jugadores tenemos los pies en el suelo. Hace dos años vi el ambiente y dije, joder, contra el ElPozo. Fue el que mejor encuentro que hicimos, después contra el Burela fue el peor con toda la presión. Pasar a la final era como ganar la Copa. Llegué a la final y me decía: 'Buah, jugar la final contra el Barça, me da igual que me metan 10'. Ganarla es algo que recuerdo todos los días", comenta Chino, que también asegura que jugar las semifinales con otro equipo, como con el Burela el año pasado, es emotivo y gusta, pero no se siente de igual forma que ganar una Copa.
Mauricio tiene la suerte de ser bicampeón. "La primera siempre es diferente. En esa Copa, la de Cuenca, llegamos como el gran favorito. Teníamos toda la presión y preparamos muy bien los partidos. Sabíamos que era muy difícil ganarla. Recuerdo cosas buenas, partidos muy complicados contra el Carnicer, después el Barça y luego contra el Móstoles, que tenía un buen equipo con Nuno, Saad, Paco Sedano o Borja Blanco. Ganamos 2-1 y ahogados. La Copa es el torneo más difícil en el mundo. Todos los equipos competían muy bien. Ahora estoy muy ilusionado. Esta es muy distinta, el ambiente en la ciudad no es igual que en Murcia. Aquí la ciudad está volcada y sabemos que será muy difícil jugar contra el Peñíscola", admite el brasileño.
Murga sí que guarda anécdotas de su primer título nacional: "La Copa me pone mucho. Es el evento más importante y bonito de la temporada, el que todo el mundo quiere jugar. He tenido la suerte de llegar en todos los equipos que he jugado a las semifinales como mínimo. Recuerdo una anécdota de la Copa de Logroño. Fichamos a Cardinal en verano y venía de una lesión de tobillo. Eran los cuartos de final contra el Xota y no jugó nada. Al día siguiente le dijo a Velasco: 'Cuenta conmigo, que soy Cardinal'. Ese fue el factor sorpresa para las semifinales contra el Barça, que tenía muy preparado el juego de cuatro y con la conexión entre Ricardinho y Cardinal nos dieron ese plus. Fue una semifinal bonita, con un 6-2. En la final, Nano Modrego no había jugado ningún minuto y le dijo a Velasco que contara con él para lanzar un doble. Salió frío y con dos huevos la cascó. Son momentos que nunca olvidaré. Y más de la manera que lo fue: Batería se la jugó, porque teníamos cinco faltas y quedaban 10 segundos, metió el pie a Grèllo, que se preparaba para otro Gréllazo, y marcó. Se lo dedicamos a Matías porque sabíamos que lo estaba pasando mal y muchos estábamos llorando por eso en el vestuario".
A este Jaén FS, que ha vuelto a mostrarse sólido tras una temporada pasada para olvidar, afectado anímicamente por las malas dinámicas, tiene un respirar diferente. Parece un equipo más experimentado y ha llegado al punto óptimo en el momento más propicio para estarlo, sin lesionados. Murga y Chino coinciden en que este torneo es un escaparate para los propios jugadores, y que eso motiva a una plantilla que no quiere dejarse sorprender por las circunstancias. Ellos, por su condición de campeón, quieren aportar algo diferente. Mauricio confía en el colectivo, aunque confiesa que haber tenido "la suerte de jugar cinco finales y estar en un grande" influye a la hora de manejar los partidos. El albaceteño, por su parte, cree que haber participado en varias ediciones es un "factor importante", mientras que el gaditano espera que sus compañeros "hagan un partido excelente, pero será duro porque siempre hay sorpresas".
Si bien otra hazaña en Ciudad Real parece descartada, pues los milagros se entienden como tales porque rara vez ocurren, el cuadro de esta edición, en apariencia, se percibe no tan complejo como el de 2015, con el Peñíscola en el primer partido. "Se supone que es un camino más sencillo, pero ellos también querrán pasar. Seguro que nuestro cruce es el más igualado de todos", afirma Chino. Y Murga le sigue: "Por lo que tengo entendido, querían que les tocáramos nosotros. Al final, evitan a un grande y como en Liga cada uno hemos ganado un partido será una eliminatoria igualada. Ellos se ven con opciones. También están ante una buena oportunidad de conseguir algo histórico. Nosotros tenemos medio la obligación de pasar porque hemos evitado a un grande y jugamos contra un debutante. Ellos, sin embargo, si pierden es porque el Jaén ya la jugó y si ganan, bienvenido sea lo demás". Mauricio, por su parte, espera que los castellonenses lleguen "creciditos" y que ambos están en un "buen momento".
Ninguno de ellos estaba en Segunda División, donde nació la rivalidad entre el equipo castellonense y el andaluz, pero en el ambiente del vestuario se conoce que son partidos especiales. Este año, más si cabe, pues ambos pelean por adueñarse de la cuarta plaza. Se ha incrementado un punto más dada esta circunstancia y la casualidad de coincidir en la Copa de España. "Rivalidad sana hay. Una semifinal no se juega todos los días. Si nosotros, con toda la afición, no pasamos, habrá como una decepción, pero hay que ser conscientes de que es un rival que lucha por la cuarta plaza, igual que nosotros", asegura el albaceteño. Quizá una de las bazas sea que le tiemblen las piernas al adversario. El propio Chino rememoró qué le ocurrió en su debut en esta competición con el Jumilla: "También éramos un equipo inexperto y eso nos pasó factura. El Santiago sí que había jugado más Copas, con más experiencia. Nos metieron tres o cuatro goles en la primera parte, de forma rapidísima, porque estábamos pensando en no fallar pases o cualquier otra cosa. Al final fallas porque estas nervioso". En el caso contrario, un extraordinario torneo le valió a Murga para fichar al año siguiente por el Inter. "Cuando debuté con el Caja Segovia fue la mejor que hice y me permitió firmar por un grande. Eso va en el jugador: o te creces o te entran los nervios. Jugar la primera Copa es un escaparate. A mí me sirvió", confiesa.
Hay otro aspecto que puede ser decisivo en el desarrollo de la cita: el Jaén FS jugará en casa. No es de extrañar que el resto de equipos aluda a este aspecto para calibrar el hipotético potencial de los amarillos. Se esperan más de 2.000 personas en el partido de este viernes para alentar a los suyos, cuyo rendimiento en La Salobreja ha sido excelso en Liga (10 victorias y una única derrota ante el Inter). Murga jugó aquella competición con el Magna y le fascinó la atmósfera: "Cuando yo estaba en el Xota veía toda la grada de amarillo e incluso los que no vestían así iban con Jaén. La afición palpitaba para que consiguiera esa hazaña. Tenía amigos íntimos en el equipo como Gonzalo Ramos o Eloy Rojas y yo, como andaluz, también estaba deseando que ganara porque se veía un ambiente diferente a otros años. Tengo ganas de vivirlo en primera persona". En esa época, Mauricio jugaba en el Pescara italiano y la siguió desde allí. Más tarde, sus compañeros le han mostrado vídeos del recibimiento de la afición: "Tengo muchas ganas de experimentarlo. Tampoco tenemos que dejar que eso influya en nuestro equipo. Nosotros y la gente tenemos muchas ganas, pero hay que tener un poco de tranquilidad en este sentido". Al menos, el factor psicológio les servirá como estimulante en su "segundo" domicilio.
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