Ríos Renovables Zaragoza 2-2 Aspil-Vidal Ribera Navarra || Una parte para cada uno y la sensación de insuficiencia. Nadie apostaba por ellos para entrar entre los ocho primeros clasificados y se vaciaron hasta la última jornada. El reparto de puntos anula esa posibilidad, aunque con ellos se queda el reconocimiento del fútbol sala por su brega (fotografía: Rubén Losada/FotografiArte).
El sueño de alcanzar las eliminatorias por el título estaba en juego en el Pabellón Sigo XXI y un empate era lo único que eliminaba a ambos en las quinielas. Al final eso fue lo que sucedió, a pesar de que hubo varias oportunidades para que así no ocurriera. El primero en intentarlo fue Retamar, que halló el larguero en una de sus intenciones. En el minuto seis sería Panou quien lo conseguiría al aprovechar un saque de esquina. Casi a continuación, Oussama, en una rápida transición, picaba el balón por encima de Iván y Retamar no podía despejarlo, por lo que el conjunto navarro sumaba el 0-2 al electrónico.
No pararon ahí los tudelanos, que hicieron esforzarse a Iván Bernad bajo los palos. El meta aragonés salvó a su equipo de una goleada mayor. Tras el intermedio, se mantuvo la tónica, aunque el Sala 10 debía emplearse para reducir las distancias. Así lo haría Iván Beltrán, que cazó un disparo cruzado de Richi Felipe para descontar. Fue ahí cuando Santi Herrero dispuso el portero-jugador con la firme intención de crear avalancha. Lo hizo de todas las maneras y colores, pero el gol no llegaba.
Restaban 55 segundos y el local tenía una falta a su favor. Nano Modrego, a través de ella, consiguió el empate y el justo premio al despliegue aragonés, que no tuvo otro remedio que contentarse con el botín logrado. De esta forma, ambos se quedan sin opciones de ingresar entre los ocho primeros, si bien el Ribera Navarra tiene una remota posibilidad de conseguirlo: golear al ElPozo Murcia.
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