lunes, 9 de abril de 2012

REAL ZARAGOZA 1-4 FC BARCELONA. LA CRÓNICA BLAUGRANA


3 "PUNTICOS" Y A CASA

El Barça tenía hoy un difícil encuentro en un campo históricamente hostil donde los haya, la Romareda del Zaragoza. Un equipo que ha olido el descenso durante muchas jornadas esta temporada, pero que ahora, de la mano de Manolo Jiménez, está remontando y ganando confianza para salir del abismo en que se había metido. 


Y el Barça, sabedor de las dificultades, y casi sin tiempo de preparar el partido, debido a la resaca del partido de Champions ante el Milan, no lo tenía nada fácil. Y si a esto le añadimos, un reconocido previamente en rueda de prensa por parte del rival, un césped alto y sin regar, apaga y vámonos. Todo un cocktail de ingredientes contrarios a los intereses de un Barça, que se diga lo que se diga, no está dispuesto a ceder el cetro de la Liga tan fácilmente.

El partido ha empezado según el guion previsto, dureza, faltas a destajo, falta de control y dominio claros e interrupciones varias para favorecer el juego trabado que tanto impide al Barça hacer su juego. De hecho, en los primeros 10 minutos del encuentro, el Zaragoza llevaba ya un cuarto del total de faltas cometidas durante todo el partido. Dato que hacía presagiar la intensidad defensiva que instalaban los maños en el campo. Del árbitro dependería poner el listón y las sanciones. Y el ambiente no acompañaba. El público maño, históricamente bastante anti-culé, caldeaba aquella olla a presión y alentaba a los suyos a ir con todo. También es cierto que el Zaragoza necesita de puntos como el aire que respira si no quiere bajar de categoría finalmente.

Al Barça le costaba muchísimo llegar y trenzar. Se perdía el balón con una facilidad pasmosa y no había precisión en los controles de balón, fruto también de esa especie de escenario llamado campo. Pero como ha dicho Pep en rueda de prensa, "hay que amoldarse a las circunstancias, y es lo que tenemos últimamente en todos los campos a dónde vamos". Y así ha hecho el equipo. Paciencia y elaborar. Madurar la jugada y pensar, pensar y pensar y elegir la mejor opción de pase. Y el equipo maño también tenía las suyas. Y en una de ellas, Valdés comete penalti sobre Lafita. Malos augurios y pánico en la Romareda para el Barça. Pero Valdés, el gran Víctor Valdés, enorme esta temporada también, y pugnando con Casillas por el Zamora, paró la pena máxima. No lo hacía desde el 2010 ante el Racing de Santander en el Sardinero. Inyección de moral que espoleó a los culés y enrabietó a un Zaragoza, que ya veía el camino allanado para el triunfo.

Los maños seguían yendo a por el partido y en una de las ocasiones, fruto de la falta de control todavía de nadie, Aranda pone a prueba a Valdés, que además del penalti había hecho un par de paradas de mérito más, pero esta vez no pudo evitar que el atacante rival aprovechara un rechace desafortunado y avanzara en el marcador a los locales. La locura y el sueño de la permanencia se hacía latente en la Romareda. Pero el Barça no bajó ni la intensidad ni los brazos. Y si el paradón de Valdés en el penalti dio alas a los maños, el gol de los locales tuvo el mismo efecto en el Barça, que en 10 minutos dio la vuelta al marcador. El empate llegó de un zurdazo de Puyol, que aprovechó una cantada del portero rival a la salida de un córner, y el 1 -2 provisional, y que daba la tranquilidad a la media parte, casi a falta de 5 minutos de acabar la primera parte. Jugadón personal marca de la casa de Messi, que fusiló la portería de Roberto casi por la escuadra. Se señalaba el descanso  a los pocos minutos y el Barça ya mandaba en el marcador y en el terreno de juego, que aunque costándole muchos minutos, logró poner órden y controles necesarios para su juego.

Ya en la segunda mitad, y gracias al resultado corto, los maños empujaban sin bajar los brazos. No se podía permitir el Barça ni un minuto de respiro. Y así duró muchos minutos de la segunda parte. El dominio culé cada vez era mayor, pero no se concretaban ocasiones. Faltas, interrupciones y pocas ocasiones claras de peligro. El marcador seguía igual y los locales veían el empate factible ante un Barça que, a pesar de dominar, acusaba la intensidad de los últimos partidos importantes y le costaba  crear. Y Xavi y Busquets salieron bien entrado el partido, reservando efectivos el Barça, pilares en medio campo, claves para la creación y contención del juego del equipo. A recalcar sobre todo a Busquets, que fue clave su entrada para que el equipo tuviera ya un control mayor.  Alexis y Pedro estuvieron muy activos también todo el encuentro pero sin acierto casi los 90 minutos. Costaba cerrar el partido marcando un gol más, pero para este Barça nada es suficiente. Y casi calcado a lo sucedido en la primera mitad, el Barça en los 10 minutos finales acabó de sentenciar. Un penalty cometido a Alexis, transformado magistralmente por Messi en el 85 y en el 92 un gol de Pedro, que no sólo fue un alivio para el canario, sino , motivo de enorme alegría para todo el banquillo blaugrana, que celebraron su gol con una enorme ilusión, sabiendo de la importancia que tenía para la confianza del jugador.

 Al final un 1-4 abultado por todo lo visto en el campo, por unos y por otros, pero a su vez, contundente y alentador para no bajar los brazos en esta Liga en la que aún estamos vivos. Y sin tener en cuenta que el Barça sigue con la puntería poco afinada. Sino, podría transformar algunas ocasiones más.

A destacar hoy, Valdés. Paradón del penalti, poco habitual en él pero como siempre, clave cuando interviene. Hoy a destacarle y a alentarle para que se alce con el Zamora de nuevo, que lo tiene bien merecido. Siempre decimos que cuando a un jugador de campo le falta ritmo, debido a una reciente lesión o similar, y le cuesta entrar en los partidos, hemos de darle un margen de readaptación. Pero eso no sucede con los porteros, que han de estar despiertos y atentos en todo momento y en cada partido, sino, mal asunto para el equipo. Afortunadamente para el Barça, gracias a la enorme calidad de los centrales y al gran dominio que ejerce en los partidos, no recibe muchas contras o jugadas de peligro, pero cuando el rival las tiene, siempre encuentra en Valdés a un guardameta concentrado y fiable bajo palos. Eso no es fácil, cuando en muchos partidos al Barça le generan tan poquísimas ocasiones de gol. Loable la labor de Valdés, siempre cuestionado injustamente. Hoy se merece al menos este nuevo reconocimiento.

MONTSE CANYETE


Ficha técnica

Zaragoza: Roberto, Álvarez, Da Silva, Paredes, Abraham, Zuculini, Pinter, Micael (Juan Carlos, min. 81), Obradovic (Lanzaro, min. 65), Lafita y Aranda (Postiga, min. 65).

Barcelona: Valdés, Alves (Montoya, min. 67), Mascherano, Puyol, Adriano, Keita (Busquets, min. 55), Thiago, Fàbregas (Xavi, min. 89), Alexis, Messi y Pedro.

GOLES: 1-0 Aranda (min. 29), 1-1 Puyol (min. 35), 1-2 Messi (min. 38), 1-3 (p.) (min. 85), 1-4 Pedro (min. 91).

ÁRBITRO: Turienzo Álvarez (comité castellano-leonés). Amonestó a los locales Zuculini (min. 27), Abraham (min. 34), Micael (min. 57), Lanzaro (min. 82), así como a los visitantes Valdés (min. 23), Keita (min. 42), Adriano (min. 57), Fàbregas (min. 88), Thiago (min. 93). Expulsó al local Abraham por doble amarilla (min. 44) y el técnico del conjunto zaragocista, Manolo Jiménez (min. 47).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga BBVA. Estadio La Romareda.


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